Tiene gracia que sea justo cuando comienza la campaña de declaración del IRPF 2015, en la que millones de contribuyentes desnudamos nuestra mísera economía a la espera de arañar al fisco unos céntimos a nuestro favor, cuando nos enteramos de que destacados patriotas, señalados con nombres y apellidos, eludieron durante años sus obligaciones fiscales mediante la utilización de sociedades radicadas en los distintos paraísos que en el mundo existen.
La novedad del caso no está en descubrir que hay personas y empresas españolas que disponen de sociedades en paraísos fiscales, pues esto ya lo sabemos de toda la vida. La novedad es que por fin conocemos concretamente quiénes son esas personas y empresas. El listado parece ser que es amplio y que nos lo van a ir dosificando cual tratamiento médico, para evitar sobredosis de indignación. Se agradece.
Dejando a un lado el resto de banales explicaciones que han ido dando los sujetos afectados, del tipo yo no lo sabía, merece la pena centrarse en una letanía que repiten todos ellos: es legal tener sociedades en paraísos fiscales.
Desgraciadamente tienen toda la razón, es legal tener sociedades en los llamados paraísos fiscales, pero solo si se declara su posesión y sus rendimientos. Y ahí, en la declaración de posesión y rendimientos, es donde está la verdadera razón para utilizar estos países como sede de operaciones. Y decimos como sede de operaciones, no como refugio de dinero. El dinero no está en los paraísos fiscales utilizados por el despacho panameño (Bahamas, Islas Vírgenes, …), el dinero lo guardan en otro tipo de paraísos, los bancarios (Suiza, Andorra, …), y buena parte incluso puede estar en España, debidamente legalizado. Pero las operaciones con las que se obtuvo el dinero las realizaron con intermediación de esas sociedades paraíso.
Cuando los contribuyentes de a pie declaremos en el IRPF 2015 nuestras escasas posesiones y raquíticos rendimientos, la maquinaria de la AEAT se lanzará a verificar, comprobar e investigar, no sea que nos hayamos deducido al abuelo, que este año su pensión superó el límite por 17 euros. No hay escapatoria, la Agencia Tributaria sabe todo lo que tenemos, sabe el importe de todas las operaciones económicas que hemos realizado a lo largo del año, sabe todo lo que nos han pagado en la empresa, sabe quién convive con nosotros, … y si por casualidad hubiera algo que no sabe, tiene cuatro años para requerirnos amablemente toda la información que estime conveniente, investigarnos y hurgar en la miseria hasta encontrar el euro que le falta.
Los otros contribuyentes, los contribuyentes paraíso, conocedores de todo esto, decidieron desviar sus operaciones económicas utilizando sociedades radicadas en países donde ni les verifican, ni les comprueban ni les inspeccionan nada.
De este modo, operación realizada por una sociedad off shore, operación que no le consta a nuestra querida AEAT. A partir de ahí, es el propio contribuyente paraíso el que decide si declara o no declara sus operaciones off shore. Y si decide declararlas, puede hacerlo al completo o solo la parte que le interese en cada momento. Total, ya puede la AEAT enviar los requerimientos que quiera a las Islas Vírgenes.
Esa y no otra es la razón de que destacados patriotas dispongan de sociedades radicadas en paraísos fiscales: la ocultación. Ocultación dirigida a defraudar a Hacienda y, de paso, defraudar al resto de españoles que contribuimos, en la medida de nuestras posibilidades, a mantener un Estado que, paradójicamente, es el que permite que grandes entidades dispongan de filiales en paraísos fiscales.
Igual va siendo hora de que todas esas entidades (la mayoría del IBEX) expliquen, no por qué crean filiales en paraísos fiscales (respuesta: porque es legal), sino para qué las crean.
No he hecho nada ilegal es el mantra que repiten todos los políticos cogidos en sus trapisondas varias, sin inmutarse lo más mínimo. Por supuesto que no han hecho nada ilegal (que habrá que verlo, el juez dirá), para eso son ellos mismos los que redactan las leyes y deciden lo que es legal y lo que no, y así robar un pan es ilegal por mucha hambre que pasen tus hijos, pero ser dueño de sociedades opacas está legalizado, incluso puedes presumir de ello y decir que las tienes porque te da la gana.
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